Paradigmas de Investigación: Positivista y Post-positivista

Thomas S. Kuhn (2004), ha definido los paradigmas como “…logros científicos universalmente aceptados, que durante algún tiempo suministran modelos de problemas y soluciones a una comunidad de profesionales” (p. 14).

En términos más concretos, un paradigma constituye una concepción filosófica integral que se vincula con un tipo de método de investigación (Cook y Reichardt, 1986).

De esta manera, adoptar un paradigma implica asumir una naturaleza de la realidad que se estudia (supuesto ontológico), una forma de relación entre el investigador y el objeto o realidad investigada (supuesto epistemológico) y el modo con el que se obtienen los conocimientos acerca de dicha realidad o supuesto metodológico (Lincoln y Guba, 1985).

Son muchas las clasificaciones que se han elaborado sobre los paradigmas de investigación. No obstante, en este trabajo fue considerada como la principal la que identifica dos modelos opuestos: el paradigma positivista, también llamado cuantitativo o empírico analítico; y el paradigma post-positivista, denominado cualitativo, naturalista o interpretativo.

El Paradigma Positivista
El paradigma positivista, también llamado hipotético-deductivo, cuantitativo, empírico-analista o racionalista, surge en el siglo XIX y tiene como fundamento filosófico el positivismo. El positivismo es una corriente filosófica cuyo origen se le atribuye a los planteamientos de Auguste Comte (1798-1857), según los cuales, sólo se admite como válidos los conocimientos provenientes de las ciencias empíricas. No obstante, se ha dicho que algunos de los preceptos positivistas surgen en el siglo XVIII, gracias a los filósofos David Hume y Saint-Simon (Meza, 2003).

El Paradigma Post-positivista

También llamado paradigma cualitativo, fenomenológico o interpretativo, se propone el estudio de los significados de las acciones humanas y de la vida social. Esta concepción intenta sustituir las nociones científicas de explicación, predicción y control del paradigma positivista por las de comprensión, significado y acción.

Según Martínez (1997), la diferencia fundamental entre el paradigma positivista y el post-positivista se ubica en su gnoseología o teoría del conocimiento. En el postpositivista se supera el esquema positivista que considera la percepción como simple reflejo de las «cosas reales» y el conocimiento como copia de esa realidad. Al contrario, para el post-positivismo, el conocimiento es considerado como el resultado de una interacción dialéctica entre el conocedor y el objeto conocido.

Los investigadores cualitativos se concentran en la descripción y comprensión de lo particular del sujeto, más que en lo generalizable. Se preocupan por comprender la realidad social desde los significados de las personas implicadas. Se estudian creencias, intenciones, motivaciones y otras características de los hechos sociales no observables directamente, ni susceptibles de experimentación.

Jaime Rafael SOUSA ZAMALLOA

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